Llegamos a Sudamérica cargados de ilusiones, por fin había llegado la oportunidad que tanto habíamos ansiado. Con el reto del cambio de continente y un bebé en camino me propuse desarrollar mi paciencia y perseverancia. A mi juicio lo logré y de forma sobresaliente. Felices inmersos en nuestros proyectos, me he involucrado tanto en mi nueva vida que no lo he visto venir: he dejado de ser yo para ser nosotros. No es que sea una egoísta recalcitrante, o que me falte experiencia ya que tengo la peculiaridad de haber nacido junto a una hermana gemela. Tampoco borraría ni un solo minuto de lo vivido. Simplemente echo de menos ser la protagonista de mi vida de vez en cuando. De modo que aunque sólo sea en el transcurso de unas líneas, evadiré el nos.